Efectivamente, no hace falta ir a California, ni tan siquiera salir de Cantabria para ver un amplio bosque de secuoyas. Uno de los rincones que hasta ahora era poco conocido en Cantabria, aunque ahora se está poniendo muy de moda, es este Bosque de Secuoyas que tenemos muy cerca de la localidad Cabezón de la Sal.
Es curiosa la historia que hay detrás de este bosque, ya que las secuoyas se plantaron en los años 40 de forma experimental con motivo de la apertura de la fábrica de Sniace, una fábrica de celulosa que decidió plantar secuoyas debido a que estos árboles crecían muy rápidamente. Al final, pasados los años, cuando los arboles crecieron y ya se podían cortar no les interesaba la tala y decidieron dejarlos. Y así resulto que al final, podemos disfrutar de este magnífico paisaje. Un amplio bosque que hace las delicias de los visitantes perdiéndote entre unas 850 secuoyas de casi 40 metros. Sencillamente precioso.
